jueves, 7 de febrero de 2013

carnicería

carnicería:
Juan Acosta había llegado más temprano de lo habitual a su puesto en el matadero de santander; se dirigía a levantar la puerta después de salir del renault 4 con el que llevaba unos 8 años transportándose. iba a medio camino cuando sintió una punzada fría en la espalda, seguida de un dolor húmedo y tibio, era obvio lo que pasaba, el hacha con la que a diario fraccionaba trozos de vaca, cerdo, pollo y demás estaba ahora haciendo lo mismo con su columna vertebral, el insulto que trato de mandar mientras caía fue interrumpido por el gargajo de sangre que le corto la garganta como ácido  A las 7:30 llego Jhon como siempre al trabajo, llegaba normal cuando noto que su puesto estaba medio abierto, llego allí corriendo alarmado pensando que posiblemente los robaron, ojala hubiera sido eso, lo que vio basto para perturbarlo hasta el fin de sus días, el vidrio del mostrador dejaba ver sobre una bandeja medio oxidada la cabeza de su jefe, don Juan, con una expresión vacía en el rostro y con un rotulo que decía "cabeza de cerdo fresca" escrito en letras rojas y finas y, al lado, el brazo, rotulado del mismo modo y con la mano en una forma que reflejaba la agonía que su rostro no había logrado reflejar.

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